Cómo preparar el examen MIR en verano y vivir para contarlo

Los estudiantes aprovechan el verano para descansar y disfrutar de unas merecidas vacaciones. 

Pero los futuros MIR no tienen esa suerte. En enero del próximo año tendrán que realizar su examen MIR y el verano es el momento perfecto para hincar los codos y preparar el examen con varios meses de antelación. 

¿Has probado a estudiar en verano? Te aseguramos que no es nada fácil. 

Verano es sinónimo de relax, descanso, recargar baterías… Por eso, la idea de ponerse a estudiar en esta época del año puede resultar abrumadora para los futuros MIR. 

Sin embargo, no es algo imposible. 

La clave consiste en ver esta época como una buena oportunidad para aprovechar el tiempo libre y las horas de luz. 

Si te estás preparando para el examen MIR del próximo año, te recomendamos que te centres en lo positivo. Este tiempo de mucho esfuerzo tendrá su recompensa muy pronto. 

Pero, ¿qué cosas te podrían ayudar a sacarle el mayor provecho? 

Durante este tiempo recuerda cuál es tu objetivo. No dejes que nada te desvíe de tu objetivo; por qué estás haciendo esto. 

Eso te ayudará a evitar distracciones y a tenerlo siempre fresco en tu cabeza. Así, aunque te relajes de vez en cuando, te sentirás motivado a volver a ponerte con tus estudios. 

Recuerda que este MIR es tu sueño y tu futuro. 

Es importante ponerse manos a la obra. Pero después de los nervios vividos unas semanas antes, hay que dejar que el cuerpo y la mente se relajen. 

Tómate unos días de desconexión y aprovecha para recargar tus pilas mentales. 

Si es posible, intenta que ese tiempo coincida con las vacaciones de tus seres queridos. Así podrás disfrutar de su compañía y atesorar buenos momentos juntos. 

También aprovecha para hacer las cosas que más te gusten; como leer un libro, pasear, ir a nadar, un poco de senderismo… El verano y su buen tiempo nos ofrece infinidad de planes y un abanico de posibilidades aptas para todos los gustos. 

¿Prefieres estudiar por las mañanas? ¿O eres de los que se concentra más por la tarde? 

Cada uno tiene necesidades distintas, eso está claro. Aunque todos los expertos recomiendan aprovechar las horas de luz para ponerse a ello.

La luz natural mejora la concentración, ya que proporciona un ambiente más agradable. También ayuda a reducir la fatiga visual, por lo que podrás concentrarte durante más tiempo. 

En medio de tus horas de estudio, recuerda establecer pausas obligatorias. Tómate una bebida fresquita, aparta la mirada de la pantalla, camina un poquito… Y vuelta a la carga. 

También te recomendamos evitar esas horas de calor más intensas. Normalmente suele ser después de comer, así que puedes aprovechar ese rato para cerrar un poco los ojos. 

Aunque estas ideas son para el verano, puedes probar en cualquier momento del año y verás lo bien que funciona. 

Esto mejorará tu concentración y rendimiento. Piensa que si estudias en un lugar muy ruidoso o con mucho movimiento, tu mente no estará prestando atención al 100% a lo que estás estudiando.

Si eres una persona que se distrae con facilidad, busca lugares que te transmitan paz sin nadie a tu alrededor. 

Recuerda también la importancia de buena iluminación, un asiento cómodo para pasar las horas y una mesa que esté a una altura adecuada. 

Muchos optan por ir a estudiar a la biblioteca más cercana. Es un lugar silencioso, ahora en verano todavía más. ¿Tienes una biblioteca cerca? Prueba de ir un día y ver si tu tiempo de estudio es más provechoso allí que en casa. Tal vez te sorprendas. 

“Todo el mundo pasándoselo bien y yo aquí”.

“Lo que me estoy perdiendo”. 

Es normal que a ratos te sientas así. La gente en verano suele hacer más planes y seguramente te inviten a muchos de ellos. Pero como hemos dicho antes, la disciplina y un horario bien marcado te ayudarán a saber decir “no”. 

La mayoría de los smartphones hoy en día tienen un modo “Concentración” o “Estudio”. Tener ese modo activado te resultará muy útil para evitar distracciones en redes sociales o mensajes de texto. No te aconsejamos que seas un ermitaño… Bueno, solo un poco para este tipo de situaciones. 

Además, si terminas a tiempo tal vez puedas unirte a los planes. Así sentirás satisfacción por partida doble. 

Algo que te ayudará a desechar los pensamientos negativos es rodearte de gente positiva, que te animen y no te hagan sentir mal. A muchos estudiantes les gusta juntarse con otros aspirantes al MIR y preparar el examen juntos. Si esa idea te atrae, intenta que sea con personas con las que te sientas cómodo y tengan el mismo punto de vista que tú. 

Tantas horas sentados estudiando pasan factura. La espalda se resiente, las cervicales duelen y la cabeza se embota. 

Por eso no olvides dedicar tiempo a hacer algún tipo de actividad física o deporte que te guste. 

Un paseo por la playa, un poco de footing, estiramientos, ir al gimnasio… Hay un sinfín de opciones. Seguro que alguna encaja con tus gustos. 

Eso no solo es bueno para tu estado físico, sino que tu estado anímico también mejorará. Y seguro que la próxima vez que hinques los codos, tu actitud será diferente. 

Aunque tengas mucho que estudiar, te recomendamos estar al día con las últimas novedades en la investigación y la atención al paciente. 

Los contenidos de alto nivel científico son una gran oportunidad de conocer más sobre la especialidad que te interesa. 

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Y sobre todo…

¡Buen verano!