Dr. Luis Brieva: “El neurólogo nunca será sustituido por una Inteligencia Artificial”

El Doctor Luis Brieva no siempre quiso ser doctor.

 Y sin embargo, lleva más de quince años como Jefe de Sección de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida y como Profesor Asociado en Neurología en la Universidad de Lleida.

 Pero todo tiene un comienzo.

 Cuenta que las revistas de divulgación científica le abrieron el apetito por conocer y saber más sobre astronomía. ¿Recuerdas los monográficos de la revista “Muy Interesante”?

Además, cuando tenía unos catorce años, se estrenó la serie “COSMOS” con Carl Sagan. El Dr. Brieva recuerda cerrar la puerta de su habitación, bajar las persianas y sentirse como en el cine.  

 Sin embargo, todo aquello pasó a un segundo plano cuando leyó una monografía titulada “El Cerebro”, enfocada en el órgano más complejo y maravilloso de todos.

 Los movimientos de un guepardo, la vista del búho… Le resultó fascinante.

 Pero lo que realmente captó su atención fue el cerebro enfermo y cómo toda su maravillosa estructura se deshace.

“El cerebro crea cosas fantásticas y se adapta al medio”, comenta con una sonrisa.

 Pero existe una diferencia muy grande entre el humano y el animal.

 El cerebro humano “modifica y convierte una idea abstracta en un hecho concreto. Creamos arte, entendemos las matemáticas, disfrutamos de la cultura”.

 El Dr. Brieva lo llama “el órgano perfecto”. Contiene una importante parte física, intelectual y además, emocional. Es completamente único y distinto al resto de órganos del cuerpo.

 Por eso decidió estudiar neurología.

 “Una especialidad”, reconoce, “absolutamente diversa. Los que se dedican a demencias no tienen nada que ver con los que se dedican a tumores o al sistema nervioso periférico”.

 La neurología se abre como un abanico con múltiples oportunidades. En alguna de ellas puedes encontrar tu lugar.

Al final de nuestra charla, le preguntamos al Dr. Brieva qué le diría o aconsejaría a todos aquellos residentes que todavía no han escogido su especialidad. Y a los que ya la han escogido, ¿qué se van a encontrar?

• La neurología te da la oportunidad de satisfacer tu curiosidad intelectual.

“Como el cerebro no se puede abordar directamente con una biopsia, tenemos que centrarnos en otros recursos; una buena entrevista, una buena exploración y, por supuesto, una buena tecnología de una forma tangencial. De forma que el papel del neurólogo probablemente no sea sustituido por una inteligencia artificial”, explica él.

• Te permite desarrollar tus habilidades más humanas.

Los cuidados al paciente son vitales en esta especialidad. El neurólogo pasa muchas horas junto al enfermo, supervisando su estado y su evolución. Esto exige a los neurólogos un buen nivel de comunicación y facilita el desarrollo de la empatía.

 “El paciente que más satisfacción da es el que no has podido curar, lo has seguido por mucho tiempo… Ha ido mal, incluso. Pero has aliviado su estado y le has proporcionado consuelo”, reflexiona. “Cuando los pacientes o las familias te dicen que lo has hecho bien en esos casos, es especialmente satisfactorio”.

• Si alguien de tu círculo más íntimo padece una enfermedad neurodegenerativa, es la oportunidad perfecta para indagar, investigar y buscar una solución.

“Todo está por hacer en la investigación del Alzheimer y el Parkinson. La patología neurodegenerativa es el próximo reto, probablemente ya por encima del cáncer que en muchos casos ya se aborda con éxito”, anuncia. “Vamos a necesitar muchos investigadores y neurólogos en un futuro cercano”.

¿Sabías que los años 90 fueron “la época del cerebro”?

 Nosotros no teníamos ni idea, pero conversar con el Dr. Brieva es descubrir cosas nuevas y muy interesantes.

 “Entre 1990 y principios del 2000, supuso un avance espectacular que después ha eclosionado. Ahora existen equipos multidisciplinares a nivel internacional. Así se consiguen las cosas”, nos cuenta el doctor.

 ¿Cuál es uno de los principales factores a mejorar? La inversión.

 Sin embargo, el Dr. Brieva se muestra positivo e ilusionado con todo lo que queda por aprender.

 “La neurología tiene una complejidad mayor y no tiene variables únicas en todos los casos. Las que sí tienen un déficit genético concreto ya tienen tecnología que va a modificar esas enfermedades. Me alegro muchísimo de eso, pues muchas son enfermedades en niños, musculares que llevan a muerte. Pero eso se va a extender con el conocimiento del genoma humano, de todas las vías metabólicas”.

 Según él, quedan todavía otros veinte años muy apasionantes.